Hace 1 minuto me he dado cuenta que este dominio lo compré un 25 de octubre de 2006, hace ya 11 años. Esta mañana lluviosa de beernes me apetece recordar esos comienzos a ver si vislumbro si a ceslava.com le queda sólo pasado o es posible un futuro.
Si ser viejuno tiene alguna ventaja es la de tener muchos recuerdos, confesables y no confesables ;)
La culpa fue del…
Todo comenzó dando un curso, quería compartir recursos con mis alumnos, compartir esos enlaces «favoritos» que añadía a del.icio.us ¿recordáis el ya extinto del.icio.us? Y también quería un sitio para comunicarme de forma asíncrona con los alumnos. Si me hacían una consulta por email la respuesta sólo podía consultarla el destinatario.
Así que me instalé un Joomla! y un Moodle. Tenía blog, foro y una plataforma de e-learning con cursos gratuitos de… FreeHand ;)
Cometí todos los errores que podía cometer como bloguero, con la excusa de que lo que publicaba era sólo para mis alumnos copié y pegué contenido, utilicé imágenes sin preocuparme de su autor y de darle crédito, hasta hice Hotlinking, un desastre vamos.
A los pocos meses te das cuenta que las estadísticas suman más que tus alumnos + ex-alumnos. Que te visitan de otros puntos del planeta. Entonces empiezo a cortarme, esto ya no es privado. Lo primero que hice fue migrar de Joomla! a WordPress, por una vez acerté ;) Digamos que ahí empezó el blog, empecé a compartir utilidades, recursos y tutoriales de diseño, dando el crédito correspondiente e intentando crear contenido original. Me divertía y aprendía con cada artículo.
El paso a Pofe$ioná
Pasado el tiempo dejó de ser una afición, empecé a rentabilizarlo. Tampoco es que haya sido mi principal fuente de ingresos pero sí me ha dado bastantes caprichos.
En estos 11 años parí otros proyectos web, algunos pensados para que el protagonista fuera el usuario y otros con sección blog donde volvía a disfrutar, algunos pensados sólo con el CPC en mente y otros sólo por la necesidad de contar cosas.
El gran bache
Hace ahora 3 años me ocurrió algo que hizo perder el sentido a «compartir», me quitó las ganas de escribir, ya no quería ser «visible». El ritmo de publicación descendió muchísimo y casi que abandoné La Leyenda de Caillou. Al tiempo me embarqué en un sitio de cine, elFinalde, y en vez de escribir me he dedicado a publicar películas y series. Me desenganché.
El trabajo, la familia, las redes sociales, que los Blogs han muerto son todo excusas. ¿Cuántos blogs conoces que siguen publicando con la misma pasión? Lo que a veces se nos apaga es la pasión. He visto despedirse muchos blogueros y resucitar a otros muchos para luego volverse a despedir.
Entonces ¿Despedida o resurrección?
Sinceramente no sé si esto es mi despedida o mi resurrección. A veces, cuando tengo un rato y estoy sentado en el equipo me apetece publicar un artículo, pero en vez de eso acabo pensando que antes de regresar tengo que dar un giro, no sólo a ceslava.com, a todos los sitios.
Además de un rediseño a fondo tendría que pensar qué puedo aportar a la blogosfera. Sé que a algunos os interesan los tutoriales sobre diseño web y sé que estos mismos tutoriales os suenan a chino a los seguidores de La Leyenda de Caillou.
Al ser un blog personal están todos los temas que me interesan, no hay definida una línea editorial, un nicho. Además los blogs personales suelen ser de influencers que dan su opinión sobre su campo de trabajo, en esta definición no encaja el mío como «blog personal». Siempre he tenido esa lucha interna sobre si separar los contenidos en distintos blogs temáticos o seguir como ahora compartiendo churras y merinas en el mismo sitio.
¿Escribo o lanzo otro sitio?
Quizás lo mío no es escribir, no es ser bloguero. Quizás lo mío sea crear sitios web, que por otra parte es mi trabajo. De hecho:
- creé un sitio de debates donde no he dado una sola opinión,
- uno de chistes siendo todo un saborío,
- uno sobre cáncer sin tener cáncer,
- uno de reseñas de cine y series sin ser capaz de recordar la peli que vi anoche.
Pero es cierto que esto de rellenar los píxeles en blanco y darle al botoncito azul de publicar tiene un no sé qué que engancha.
En cualquier caso si vuelvo en condiciones debe ser después de reflexionar bien a dónde debe ir este sitio, de hacerle un gran rediseño y si no vuelvo «en serio» pues habrán sido 11 años con unas 500 publicaciones anuales al margen de los chistes, debates y películas…
¡Muchísimas gracias a todos por acompañarme!
Emoción, emoción, voy a darle a Publicar…
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