Las tarjetas de visita se remontan a una cuestión de educación de las familias bienestantes del siglo XIX, quienes dejaban su tarjeta como muestra de su paso por el domicilio en ausencia de los dueños de la casa. Hoy día, en cambio, su función ha variado notablemente y, aún en uso, suelen facilitar datos de carácter profesional a clientes y colaboradores, o bien acompañar obsequios de empresa.
Asimismo, su uso actual es desigual, del mismo modo que la composición de las mismas según la región en la que tengamos interés por abrir una vía de negocio o una colaboración de carácter corporativo. Por ello, es especialmente interesante encontrar aquellos diseños, tipografías y composiciones más adecuadas para cada mercado bajo los que movernos en un acercamiento hacia otras culturas y representantes.
Europa y EE UU consideran la tarjeta de visita un elemento meramente informativo, por lo que la distribución de la misma y las tonalidades escogidas, siempre que sean comprensibles y mantengan cierta unicidad en el estilo, buscarán una sintonía con la imagen de la marca y los colores corporativos; normalmente, aprovechando el reverso para ofrecer la información del contacto.
En cambio, los países asiáticos, en especial China y Japón, dan una gran importancia a la calidad de la tarjeta, pues la consideran una representación de la persona. Está muy bien visto que las tarjetas se encuentren en su idioma (para ello, muchas empresas utilizan el reverso y el anverso para presentarse en ambas lenguas). Además, agradecen que los datos estén por orden de importancia y que se explicite la jerarquía que ocupa dentro de la empresa, pues especialmente en Japón se le da muchísima importancia, dejando el nombre y los datos personales siempre para el final. Es reseñable que, en la cultura china, el dorado está muy bien considerado, pues se relaciona con la buena suerte y la prosperidad.
En los países musulmanes utilizaremos tarjetas de visita en árabe e inglés, siendo estos dos idiomas los que más se utilizan en la cultura empresarial; sin embargo, debido a su heterogeneidad, recordaremos informarnos adecuadamente de las particulares de cada país, y aplicaremos esta recomendación también a la sociedad africana, donde si bien se utilizan las tarjetas de visita, su uso y organización variará.
Ante todo, recordaremos que una pequeña inversión en tarjetas de visita específicas para cada reunión de negocios importante y el tiempo suficiente para estudiar los mercados potenciales nos ayudará a comprobar el efecto de las tipografías y los colores en nuestros posibles clientes e interlocutores; evitando siempre, en la medida de lo posible, unificar nuestra tarjeta de visita en un único modelo, pues en la India los méritos en la tarjeta de visita son muy recomendables y en Sudamérica o Alemania pueden resultar prepotentes e totalmente innecesarios.
Este post es una colaboración de María Rodríguez, redactora / trabajo editorial para OvernightPrints en Alemania y España
Cuando tenía ocho años me mudé desde Barcelona a Dresde (Alemania). Allí pasé mi infancia y completé mis estudios en la Universidad de Dresde Administración de Marketing y Negocios. Después empecé a trabajar en pequeñas empresas locales (en una tienda de moda con un tienda online) donde aprendí varias estrategias e técnicas del marketing. Desde hace un año trabajo para OvernightPrints en el campo de marketing y editorial.
muy buenos consejos, gracias