En este off-topic post recopilo gráficamente el añito de cristales rotos que he tenido. Ebook, móvil y cámara rotos.
Pantalla del e-book rota
El primer crash fue el de la pantalla del ebook, mejor dicho e-reader o mejor aún lector de libros electrónicos.
Inocente pero curioso de mí llamé al seguro del hogar por aquello de que cubren los cristales rotos esperando un “¿Estamos locos? ¿Un ebook?”. Para mi sorpresa el amable agente me dijo que sí que se cubrían sólo había un detalle. Resulta que si tú eres el que rompe el ebook en tu casa no hay cobertura pero si es otra persona el seguro de su hogar lo cubre o si yo o alguien de mi familia (léase una de mis hijas) rompe el ebook de otra persona entonces mi propio seguro lo cubre.
Con esta información podría haber hecho eso que llamamos “chanchullo” pero por la amabilidad y sinceridad de aquel hombre y por mi seguramente estupidez no hice nada más que comprar un nuevo lector de libros electrónicos.
Pantalla del móvil rota
A los 2 meses de comprar mi móvil chino clónico android, de quitarle, ponerle y vuelta a quitar la funda protectora, se me cayó al suelo.
No sé si es porque es chino pero funciona igual así que la solución fue comprarle por 3€ un protector para ralentizar su muerte. Pregunté precios y costaba más el collar que el perro pero de todas formas al ser clónico nadie las reponía.
Cámara fotográfica rota
Un día saqué mi cámara y al quitarle la tapa escuché el crujido de un montón de cristalitos. La guardé esperando llegar a casa y le hice esta foto con mi móvil roto.
Confiaba en que no fuera el objetivo sino el filtro UV que me aconsejó la dependienta cuando la compré. Afortunadamente y gracias a la dependienta sólo se había roto el filtro. La solución fue reponerlo, unos 40€.
Conclusión: la tecnología es frágil por mucha salvapantallas que tengas. ¿Obsolescencia programada?
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