Los que me sigáis por las redes igual habéis visto la última web que creé el pasado martes: Pac-to-man | El juego de la indignación política. Una versión del clásico Pac-man, donde el comecocos es un ciudadano indignado, obligado a tragarse las bolas de los políticos, bolas que van subiendo su indignación, cuando la bola es tan grande, digamos los papeles de Panamá, caso Noos, Caso Gürtel, los ERE, etc. a este pobre ciudadano se le dispara la indignación y puede (con mucho trabajo) deshacerse de algún fantasma político pero a los pocos segundos ya hay un nuevo sustituto, un nuevo fantasma trabajando duro, muy duro, sólo para conseguir nuestro voto.
Pues eso una metáfora más de la relación de los ciudadanos con los políticos, los niveles los he convertido en legislaturas, las vidas en votos pero los fantasmas los he dejado como fantasmas y las bolas como bolas.
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Explicación larga
En un momento de procrastinación e indignación desconecté una mañana para crear esta versión del clásico juego Pac-man, basándome en el de código abierto de platzh1rsch.
Hay 4 fantasmas políticos: Gaviotín, Socialín, Naranjita y Moradín. Los 2 primeros ya experimentados y 2 recién llegados. Cada político-fantasma con su color y esquina correspondiente, derechas e izquierdas. Si te pillan te quitarán un voto, si tú les pillas no pasa nada, enseguida viene un sustituto.
En ese escenario lleno de bolas, de mentiras y corruptelas entras tú. No te queda otra que tragarte las bolas, cada bola subirá tu nivel de indignación, si te las comes todas se iniciará una nueva legistalura y vuelta a empezar.
Estamos hartos de tragarnos las bolas y bolones que nos cuentan los políticos, del «y tú más», del mucho prometer, de burda propaganda, de un sistema enfermo y con pocos visos de regenerarse, al menos a corto plazo. Creo que la indignación tiene un límite, en el juego tienes 3 legislaturas, quizás mucho, quizás poco.
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