Este finde además de algún documental de diseño me he pillado en la biblioteca dos libros de Steve Krug, el famosísimo «No me hagas pensar (Don’t Make Me Think)» y «Haz fácil lo imposible». Porque la experiencia de usuario del libro no la superará la pantalla. Son de los pocos libros de tecnología que puedes encontrar en los estantes de una biblioteca pública que a pesar de los años aún son útiles.

Porque ¿cuál crees que es el secreto de las webs que simplemente «funcionan»?
¿Alguna vez has aterrizado en un sitio web y te has sentido completamente perdido? Haces clic en un menú, luego en otro, intentando encontrar algo tan simple como un precio o un número de contacto, y la frustración crece con cada segundo. Todos hemos estado ahí. Por otro lado, hay webs que parecen leerte la mente: encuentras lo que buscas sin esfuerzo, como si fuera la cosa más natural del mundo.
La diferencia entre estas dos experiencias no es casualidad. Se basa en principios de diseño fundamentales que, a menudo, son contraintuitivos. No se trata de tener el diseño más creativo o la tecnología más avanzada, sino de entender cómo piensan y actúan realmente las personas. Es un cambio de mentalidad: de diseñar para nosotros a diseñar con empatía.
Nielsen y Krug, hagamos de Internet un lugar más fácil para todos
En el universo de la experiencia de usuario (UX), dos nombres resuenan con especial autoridad: Jakob Nielsen y Steve Krug. Ambos son figuras influyentes que han dedicado sus carreras a un objetivo común: hacer que la web sea un lugar más fácil de usar para todos. Sin embargo, aunque su meta es la misma, sus enfoques y principios presentan matices distintos.
La diferencia fundamental entre Nielsen y Krug radica en su punto de partida. Nielsen ofrece un marco de evaluación para expertos, mientras que Krug propone una filosofía de diseño basada en el sentido común, accesible para todos los implicados en un proyecto.
Jakob Nielsen: El padre de la evaluación heurística
El enfoque de Jakob Nielsen se basa en un decálogo de «principios heurísticos», un conjunto de reglas generales desarrolladas originalmente en 1994 a partir del análisis factorial de 249 problemas de usabilidad. Estos principios no son directrices específicas, sino reglas de oro que sirven como base para que los expertos en usabilidad realicen «evaluaciones heurísticas». Mediante este método de inspección, los evaluadores examinan una interfaz y juzgan su cumplimiento con dichos principios para detectar problemas potenciales de usabilidad. Su método, por tanto, es un marco deductivo, que parte de principios universales para aplicarlos a interfaces específicas.
Steve Krug: El defensor del usuario
La filosofía de Steve Krug se resume en una frase lapidaria que se ha convertido en su primera y más importante ley de la usabilidad: «¡No me hagas pensar!». Su enfoque no es un checklist técnico, sino un principio rector de sentido común dirigido a todos los que participan en la creación de un producto digital. La idea central es reducir la carga cognitiva del usuario al mínimo absoluto, asegurando que cada paso en una interfaz sea autoevidente e intuitivo. Su filosofía es, en esencia, un marco inductivo, que extrae una verdad fundamental a partir de la observación directa y empática del comportamiento real del usuario.
Tabla Comparativa de Enfoques
| Característica | Enfoque de Jakob Nielsen | Enfoque de Steve Krug |
| Naturaleza | Un conjunto de 10 principios heurísticos formales. | Una filosofía central: «¡No me hagas pensar!». |
| Audiencia Principal | Expertos en usabilidad para realizar evaluaciones. | Todos los implicados en un producto digital (diseñadores, marketing, etc.). |
| Foco Principal | Evaluar la calidad y el cumplimiento de una interfaz. | Reducir la carga cognitiva y comprender el comportamiento real del usuario. |
| Método | Base para la inspección y evaluación de interfaces. | Guía para el diseño intuitivo y la realización de tests de usuario sencillos. |
El Decálogo de Nielsen: Las 10 Reglas Heurísticas de Usabilidad
Los principios de Nielsen son reglas generales para el diseño de interacción que han demostrado su validez a lo largo de décadas.
1. Visibilidad del estado del sistema: El sistema debe mantener siempre informado al usuario sobre lo que está ocurriendo (ej., una barra de progreso al cargar un archivo).
2. Relación entre el sistema y el mundo real: El sistema debe hablar el lenguaje del usuario, con palabras y conceptos que le resulten familiares.
3. Control y libertad del usuario: Los usuarios deben poder deshacer o rehacer una acción y disponer de una «salida de emergencia» para abandonar un estado no deseado.
4. Consistencia y estándares: Los usuarios no deben tener que cuestionarse si diferentes palabras, situaciones o acciones significan lo mismo.
5. Prevención de errores: Es mejor un diseño cuidadoso que evite que los problemas ocurran en primer lugar.
6. Reconocimiento antes que recuerdo: Minimizar la carga de memoria del usuario haciendo visibles los elementos, acciones y opciones (ej., mostrar los elementos vistos recientemente en un e-commerce en lugar de obligar al usuario a recordarlos).
7. Flexibilidad y eficiencia de uso: El sistema debe ser útil tanto para usuarios principiantes como para expertos, permitiendo a estos últimos usar atajos para acelerar la interacción.
8. Estética y diseño minimalista: Las interfaces no deben contener información que sea irrelevante o raramente necesaria.
9. Ayudar a los usuarios a reconocer, diagnosticar y recuperarse de errores: Los mensajes de error deben expresarse en un lenguaje claro, indicar el problema y sugerir una solución (ej., en lugar de «Error 404», mostrar «La contraseña es incorrecta. Por favor, inténtelo de nuevo»).
10. Ayuda y documentación: Aunque es mejor que el sistema se pueda usar sin ayuda, puede ser necesario proveer documentación que sea fácil de localizar y concisa.
Por si prefieres ver y escuchar en lugar de leer. Vídeo realizado con Notebook LLM
Los Principios Guía de Krug: Diseñando para no Hacer Pensar
El enfoque de Steve Krug se articula en torno a una filosofía central, apoyada por observaciones clave sobre cómo se comportan realmente los usuarios en la web. Estos principios guía ofrecen una perspectiva práctica y centrada en el usuario.
1. La Primera Ley de la Usabilidad: ¡No me hagas pensar! Esta es la regla fundamental de Krug. El objetivo de cualquier diseño web es que sea autoevidente e intuitivo. Cada vez que un usuario se detiene a pensar en algo tan trivial como si un elemento es clicable o qué significa una etiqueta, la experiencia se degrada. El diseño debe eliminar cualquier duda o esfuerzo mental innecesario.
2. La Realidad del Uso Web: Escanear, Satisfacer y Apañárselas Krug describe tres hechos clave sobre el comportamiento real del usuario en la web:
◦ No leemos, escaneamos: Los usuarios ojean las páginas en busca de palabras y frases clave que les interesen. Ignoran el resto.
◦ No buscamos la opción óptima, satisfacemos: En lugar de analizar todas las opciones para elegir la mejor, los usuarios seleccionan la primera que parece «suficientemente buena» para cumplir su objetivo, un comportamiento conocido en inglés como satisficing (unión de satisfy y suffice).
◦ No entendemos cómo funcionan las cosas, nos las apañamos (muddle through): Los usuarios avanzan a través de la interfaz usando prueba y error. No les interesa entender la lógica subyacente, simplemente avanzan hasta lograr su objetivo o abandonar.
3. La Brevedad es Oro: Omite las Palabras Innecesarias Para facilitar el escaneo y la comprensión, Krug aconseja reducir el texto a la mitad, y luego a la mitad de lo que queda. Esto minimiza el «ruido visual» y ayuda a que el contenido verdaderamente relevante destaque. Es fundamental eliminar el «happy talk» (textos introductorios vacíos y autopromocionales) y las instrucciones que un diseño intuitivo haría innecesarias.
4. La Usabilidad como Cortesía Común Krug introduce el concepto de la «reserva de buena voluntad». Cada usuario llega a un sitio web con una cantidad limitada de paciencia. Esta reserva disminuye con cada obstáculo, como información oculta, pasos innecesarios o un diseño confuso. Por el contrario, puede aumentar con acciones que demuestran consideración por el usuario, como proporcionar información clara, facilitar la recuperación de errores o anticipar sus necesidades.
Vamos a poner al usuario en el centro de nuestro trabajo y vamos a poner en común ambos enfoques. Vamos a diseñar para él con la ayuda de las que creo que son las 6 ideas fundamentales de la experiencia de usuario (UX) según Krug, apoyándolas también en las 10 reglas heurísticas de Nielsen.
1. La Regla de Oro: «No me hagas pensar»
La primera y más importante ley de la usabilidad, popularizada por Steve Krug, es simple pero revolucionaria: el objetivo principal de un buen diseño es eliminar el esfuerzo mental del usuario.
Los usuarios no visitan tu web para resolver un acertijo. Llegan con un objetivo claro: encontrar información, comprar un producto, contactarte. Cada vez que tienen que detenerse a pensar qué significa un icono o dónde les llevará un enlace, estás añadiendo signos de interrogación mentales que los alejan de su meta. Tu trabajo es eliminar esos signos de interrogación.
¡Se trata de no hacerle pensar!
Este principio es tan fundamental porque choca directamente con el deseo de ser «creativo» o «diferente». A menudo, los diseñadores se esfuerzan por crear algo único, pero si esa originalidad genera confusión, han fracasado. En el mundo de la usabilidad, la claridad siempre triunfa sobre la creatividad ambigua.
2. La Dura Realidad: Nadie Lee tu Web, Solo la Escanean
Nos encanta imaginar que los usuarios leen detenidamente cada palabra que hemos escrito con tanto esmero, absorbiendo el mensaje de principio a fin. La realidad, según la investigación de Steve Krug, es muy diferente.
Los usuarios no leen las páginas; las escanean. Sus ojos saltan por la pantalla en busca de palabras clave, titulares o elementos visuales que se parezcan a lo que están buscando. Ignoran todo lo demás. Este comportamiento se rige por un principio llamado «satisficing» (un término que combina satisfacer y suficiente): los usuarios no buscan la mejor opción posible, sino la primera que parece suficientemente buena para resolver su problema. Este comportamiento está impulsado por la urgencia, las bajas consecuencias de cometer un error y, a veces, la simple emoción de adivinar.
¿Qué significa esto para tu diseño?
- Jerarquía visual clara: Haz que los elementos más importantes destaquen.
- Párrafos cortos: Evita grandes bloques de texto.
- Listas con viñetas: Son perfectas para el escaneo.
- Uso de negritas: Resalta palabras y frases clave para captar la atención.
Si no diseñas para el escaneo, tu contenido más importante pasará desapercibido.
3. El Principio de Humildad: Tu sitio no es el centro de su universo
Es fácil caer en la trampa de pensar que tu sitio web es especial y que los usuarios dedicarán tiempo a aprender sus particularidades. Aquí es donde entra en juego la Ley de Jakob, formulada obviamente por Jakob Nielsen:
«Los usuarios pasan la mayor parte de su tiempo en otros sitios.»
Los usuarios esperan que tu sitio web funcione de la misma manera que todos los demás sitios que ya conocen. Han desarrollado modelos mentales basados en miles de horas de navegación. Ir en contra de estas convenciones obliga al usuario a aprender algo nuevo, aumentando su carga cognitiva. Esto se conoce como consistencia externa (seguir los estándares de la industria), que es tan importante como la consistencia interna (mantener la coherencia dentro de tu propio producto).
En lugar de reinventar la rueda, apóyate en los estándares de la industria. Esto no limita la creatividad; libera al usuario para que pueda centrarse en lo que realmente importa: tu contenido y tu oferta.
4. El mejor error es el que nunca ocurre
Aunque tener mensajes de error claros y útiles es importante, un diseño verdaderamente superior se anticipa y previene los problemas antes de que sucedan. Este es el núcleo de la heurística de «Prevención de errores» de Jakob Nielsen.
Existen dos tipos de errores: los slips, que son errores inconscientes causados por la falta de atención, y los mistakes, que son errores conscientes basados en un desajuste entre el modelo mental del usuario y el diseño. Un diseño preventivo aborda ambos. Piensa en las «barreras de protección en carreteras de montaña»; no te ayudan después de que te has caído, sino que evitan que te caigas.
Un ejemplo digital perfecto es la función de autocompletar en las barras de búsqueda. Al sugerir términos o corregir errores, el sistema previene los slips (errores de tipeo) y guía al usuario hacia un resultado exitoso. De igual forma, una buena guía de formato de contraseña previene los mistakes al aclarar las reglas de antemano. Un buen diseño es proactivo, no solo reactivo.
5. La ilusión del «Usuario Promedio»
Uno de los mayores mitos en el diseño de productos es la existencia del «usuario promedio». Los equipos a menudo caen en la trampa de pensar que los usuarios son como ellos, lo que conduce a debates interminables basados en opiniones personales: «A mí me gusta así» o «Yo nunca haría clic ahí».
Steve Krug lo deja claro: no hay un usuario promedio. Cada persona es única. La única forma de resolver estos debates y descubrir lo que realmente funciona es probando con usuarios reales.
La solución no tiene por qué ser costosa o compleja. Realizar pruebas de usabilidad simples y tempranas es clave. De hecho, probar con un solo usuario es infinitamente mejor que no probar con ninguno. Las investigaciones demuestran que con solo tres usuarios puedes descubrir los problemas de usabilidad más graves y recurrentes. Deja de adivinar y empieza a observar.
6. La Usabilidad es cortesía: El depósito de la buena voluntad
Steve Krug propone una metáfora poderosa: cada usuario llega a un sitio web con un «reservorio de buena voluntad». Es una cantidad limitada de paciencia y disposición a tolerar problemas. Cada obstáculo, cada momento de confusión, drena un poco de ese reservorio. Si se agota, el usuario se va, probablemente para no volver.
La usabilidad, vista desde esta perspectiva, se convierte en un acto de cortesía. Es respetar el tiempo y el esfuerzo del usuario.
Factores que disminuyen la buena voluntad:
- Ocultar información que el usuario quiere ver (como precios o datos de contacto).
- Hacer preguntas innecesarias en un formulario.
- Penalizarlo por no hacer las cosas “como queremos” (por ejemplo, rechazar un número de teléfono porque tiene espacios).
- Falta de sinceridad en la comunicación.
- Poner demasiados obstáculos en su camino.
- Tener una apariencia poco profesional o descuidada.
Factores que aumentan la buena voluntad:
- Saber lo que el usuario busca y hacerlo fácil de encontrar.
- Ahorrarle pasos siempre que sea posible.
- Facilitarle la recuperación de errores.
- Ser transparente y sincero.
Enmarcar la usabilidad como cortesía la humaniza. No se trata solo de métricas y conversiones, sino de tratar a las personas con consideración.
Conclusión: Diseñar con empatía
Si te fijas, todas estas verdades apuntan en una misma dirección: la empatía. El secreto de un diseño web que «simplemente funciona» es la capacidad de ponerse en el lugar del usuario, entender sus objetivos y anticipar sus frustraciones.
La usabilidad no es una lista de verificación técnica que se aplica al final del proceso. Es una filosofía centrada en el ser humano que debe guiar cada decisión, desde la estructura de la información hasta el color de un botón.
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