Manga Studio | Software especí­fico para cómics

Soy un gran defensor de la aplicación Poser 7, para mi, el mejor software de animación de caracteres. Así­ que me llama la atención todo lo que puedan generar sus creadores, e-frontier, os quiero hablar de un software especí­fico para la creación de cómics que además es compatible con Poser…

Próximamente, el editor e-frontier lanzará al mercado francés el programa Manga Studio, asistente para la creación de cómics, del que se dice que el 80% de los mangakas japoneses lo utilizan en sus trabajos debido a su gran potencia y su capacidad de convertir en fáciles aquellas tareas que hechas de forma tradicional resultarí­an muy engorrosas. Debido a esto, a través del portal Actua BD se nos presenta un estudio sobre como podrí­a esto repercutir en el cómic franco-belga.
   
    Ya hace tiempo que conocemos otras herramientas gráficas como el Paint o el Photoshop, pero el programa Manga Studio nos puede resultar bastante nuevo a muchos de nosotros. Su version simple cuesta unos 49 €, mientras que la profesional ronda los 300 €, y se puede instalar tanto en PC como en Mac. Gracias a este programa se pueden utilizar los originales esbozados a lápiz y «entintarlos» en el ordenador, lo que nos ahorra el tener que esperar a que se seque la tinta. También se pueden retocar las viñetas (incluso hay un asistente para asegurar que los trazos sean rectos), insertar objetos en 2D o 3D como fotos para los decorados, pegar una gran variedad de tramas, distintos tonos, insertar bocadillos de diversas formas y tamaños y adaptarles los textos obteniendo así­ una página de cómic terminada, que no es necesario escanear (pues ya está en el ordenador), y cuya realización ha sido más rápida que si se hubiese hecho a mano.
   
    A estas ventajas se le añaden otras muchas, como que la toma de contacto es bastante sencilla, resultando una herramienta confortable y rentable, su compatibilidad con otros programas más «veteranos» como el Photoshop y por supuesto los de la gama e-frontier (Anime Studio y Poser 7), y la existencia de una página en francés que permite a los usuarios ponerse en contacto y compartir experiencias y trucos. Con todo esto, no parece exagerado asegurar que nos encontramos ante una revolución en el mundo del cómic. Sin embargo, no son pocos los autores de cómic franco-belga que ya están empezando a expresar sus temores, como la posibilidad de que ocurra como en los dibujos animados, es decir que se obtenga toda una generación de productos parecidos.
   
    Sin embargo, desde e-frontier no se cansan de ensalzar su nuevo producto, pues según ellos no es más que «una herramienta más para los futuros artistas, y a quienes les guste el entintado tradicional seguirán haciéndolo así­.« La mayor cualidad del producto es que permite aumentar la productividad, algo que cada vez más editores buscan, además de poder entregar unos ficheros ya numerados, lo que facilita la impresión. Por otra parte, también nos encontramos con autores que le ven el lado positivo a este programa, además de que algunos de ellos ya lo utilizan, pues opinan que este programa permite pulir más un dibujo en el mismo tiempo que se hubiese tardado en hacerlo de forma convencional.
   
    El mayor temor de los autores contrarios a este programa parece ser que, al poder hacer más páginas en menos tiempo, los editores les pidan seguir un ritmo de publicación similar al de los mangas. Su argumento no es que no quieran trabajar tanto, sino que publicando un álbum cada tres meses y teniendo en cuenta que debido a su formato cuestan entre 10 y 14 € cada uno, pronto el mercado se verí­a saturado, pues tanto el nivel adquisitivo como el espacio disponible en las librerias tienen un lí­mite. Algo que por otra parte no ocurre (o en todo caso, en menor medida) en el caso de los mangas, pues cuestan un poco más de la mitad, y tienen un formato completamente distinto, similar al de los libros de bolsillo. Si a esto le sumamos sus atractivas historias estaremos un poco más cerca de comprender el por qué de su gran éxito entre los jóvenes de 10 a 15 años. Así­ pues, los autores temen que los editores opten por adaptar este formato a las producciones propias.
   
    La elección queda a merced de los editores, y es bien cierto pues en Francia ya podemos ver algunos casos de series concebidas como temporadas de series de televisión, como Donjons y Loge Noire, lo que asegura que aparecerá un nuevo volumen de forma regular. Los autores se echan las manos a la cabeza, pues según palabras de Bajram «existen productos que se tiran a la basura y que la mayor parte de las veces son gratuitos, como pronto será el caso de los mangas, pagados en su mayorí­a por la publicidad que hay en sus páginas. Estoy dispuesto a aceptar apuestas. Y después, están los productos de gama alta, cada vez más y más caros nos arriesgamos a que la calidad se resienta. Lo más preocupante es el impacto de este tipo de productos dentro de 10 años. Veremos crí­os de 15 años que lo utilizarán para hacer un montón de páginas que luego tirarán. Pero no son estos niños los que se convertirán en unos Tardi o Bilal. Es como el caso de los tipógrafos actuales. Para la mayorí­a, son unos incultos que no saben nada de tipografí­a, porque no han conocido la época en la que las imprentas eran de plomo, se han formado con pólizas numéricas.«
   
    En resumen, según el artí­culo, si somos optimistas nos quedaremos con la parte positiva de este programa: a saber, su gran ahorro de tiempo, permitiendo desarrollar mejores guiones e historias más originales. Pero también es posible que a corto plazo nos traiga autores reiterativos, pues es seguro que las escuelas de bande dessinée den acceso a las nuevas tecnologí­as, además de que la tendencia «si hago más páginas gano más« se podrí­a implantar, lo que podrí­a ser dañino para la industria del cómic.